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Hablamos con Verónica Rodríguez, responsable de proyecto en el Área de Emprendimiento

¿Cuándo y cómo surge el servicio de asesoramiento al emprendedor dentro de la Fundación?

Al inicio en la creación de la Fundación no se daban los servicios de emprendimiento, pero surgieron de la necesidad de ofrecer a las personas otra alternativa de inserción sociolaboral mediante el trabajo por cuenta propia.

¿Cómo ha ido evolucionando el programa a lo largo del tiempo hasta la actualidad?

La situación del país influye directamente en las circunstancias de las personas y por tanto de la actividad laboral. A lo largo de estos años el perfil de los emprendedores ha ido cambiando, y por tanto el Programa de Emprendimiento se ha ido adaptando a estos cambios adecuando las herramientas de apoyo en búsqueda de potenciar el impacto en las personas que más lo necesitan. En estos años, hemos trabajado para la igualdad de oportunidades y ahora contamos con paridad entre hombres y mujeres emprendedoras. Hemos adaptado la tecnología en la gestión interna del servicio e incorporado como herramienta fundamental en los modelos de negocios. La gamificación y leraning by doing como elementos claves de aprendizaje. Las ayudas financieras también se han adaptado, y en este momento contamos con ayudas de emergencia personales para las participantes, ayudas para los microemprendimientos, para la consolidación de los negocios y microcréditos sociales. Desde la COVID-19, las personas voluntarias mentoras han tomado un rol fundamental y apoyado el proceso de reconversión de los negocios, potenciado los servicios del Programa e integrando las ayudas. El año 2020 también nos ha forzado a desarrollar el servicio semi presencial, adaptando las formaciones y atenciones personalizadas.

¿Qué servicios de ayuda y actividades concretas se les ofrece a los emprendedores?

Los servicios que se ofrecen desde el programa, y que son totalmente gratuitos, son: formación en emprendimiento (-cómo hacer tu Plan de empresa y el desarrollo de competencias personales para emprender-), asesoramientos individualizados (-puesta en marcha de tu idea de negocio y consolidación del mismo-), acompañamiento en la elaboración del plan económico y financiero, apoyo en acceso a la financiación, apoyo en la consolidación de empresas mediante formaciones especializadas (jurídicas, marketing digital, etc) y servicio de mentoring a través de expertos voluntarios, posibilidad de participación en redes de emprendimiento, entre varios.

¿Los emprendedores cómo conocen Tomillo y cómo se ponen en contacto con el programa?

A través de la página web de Tomillo acceden a un formulario donde rellenar sus datos, esto nos permite ponernos en contacto con ellos para establecer una entrevista de diagnóstico inicial y si cumple con los requisitos prioritarios para acceder al servicio. Además de la web de la Fundación nos llegan a través de contactos personales y derivaciones de entidades, que no trabajan el autoempleo, y conocen nuestro buen hacer en emprendimiento.

¿El programa cuenta con la colaboración de otras entidades o empresas?

El programa cuenta tanto con entidades públicas como privadas para su financiación, lo que nos permite la posibilidad de ofrecer los servicios a las personas que los requieran, de forma gratuita. Además, contamos con voluntarios de diferentes entidades y ámbitos empresariales que aportan valor añadido y complementan las acciones del programa, como poder por ejemplo en mentorias a negocios constituido.

El programa trabaja en red con entidades amigas para aquellas cuestiones muy específicas que no podemos abordar, como por ejemplo, la formación especializada en igualdad de género. Pertenecemos a la red de entidades sociales de Incorpora de La Caixa y somos socias fundadores de la red Youth Business Spain (YBS).

Fomentamos el emprendimiento en el aula, participando en la formación de los jóvenes, no solo dentro de la entidad, sino en Institutos de la zona.

¿Cuál es el perfil de las personas que vienen a solicitar asesoramiento?

El perfil de las personas que acuden al programa ha ido cambiando a lo largo de los años, si bien los hombres eran los que mayoritariamente emprendían esta tendencia se está igualando tras la incursión cada vez más fuerte de la mujer en el emprendimiento.

En 2020, casi 6 de cada 10 personas que acudieron al programa eran españolas y el resto de origen extranjero (no contabilizados procedentes de la Unión Europea). Además, la mitad de las personas que han solicitado los servicios han sido mujeres, número que se reduce cuando hablamos de continuidad en el itinerario donde 4 de cada 10 personas son mujeres. Cabe destacar el incremento del porcentaje de personas con cualificación universitaria que acuden al programa, ya que son jóvenes que acaban sus estudios pero se encuentran en situación de vulnerabilidad por la falta de oportunidades laborales.

¿Tienen que cumplir algunos requisitos para participar en el programa?

Nuestros perfiles prioritarios son personas jóvenes menores de 30 años, personas en desempleo de larga duración, personas migrantes de terceros países no nacionalizados y personas con empresas creadas que necesiten apoyo como consecuencia de la COVID19.

¿Realizáis algún proceso de selección de proyectos para elegirlos?

Una vez recibimos el formulario de solicitud de los servicios analizamos los perfiles y damos preferencia a los colectivos prioritarios de atención mencionados.

Cuándo solicitan asesoramiento ¿en qué momento del proceso de la puesta en marcha del negocio se suelen encontrar?

Cada persona acude a nosotros en momentos diferentes del proceso, pero mayoritariamente vienen con una idea de negocio y sin ningún estudio previo ni conocimiento de cómo llevarlo a cabo.

¿Cuáles son los trámites o actividades del proceso que más demanda tienen?

Comercio y hostelería suelen ser las actividades que más demanda tienen, pero poco a poco los servicios de profesionales van teniendo más cabida: asesoría nutricional, de belleza, organizadora de eventos…sin olvidarnos de la creciente petición de muchos emprendedores por la puesta en marcha de apps.

A la hora de montar su negocio ¿cuáles son las principales dificultades o problemas con los que se encuentran los emprendedores?

Los trámites burocráticos son tediosos y en muchos casos complicados de entender para los posibles emprendedores, tanto para la puesta en marcha del negocio, como para trámites administrativos de documentación para darse de alta como autónomo. Además de esto, aunque cada vez más los negocios se están poniendo en marcha sin financiación ajena, hay muchas personas que encuentran dificultades para acceder a financiación a través de los bancos debido a las restricciones que en estos momentos aplican o por circunstancias personales de los emprendedores en el caso de deudas adquiridas que impiden una financiación externa. La brecha digital es otro factor relevante ante las dificultades que se encuentran.

¿Qué porcentaje de emprendedores que finalmente materializa el negocio solicita a través del programa un microcrédito, financiación…?

De las personas que acuden a los servicios y realizan un itinerario de emprendimiento, en el año 2020 el 14% accedió a algún tipo de financiación. Más de 16.000€ en becas de consolidación a fondo perdido, gracias a CVC Capital Partners y apoyo en la solicitud de más de 80.000€ en microcréditos de MicroBank La Caixa.

¿Cuáles son los sectores en los que más estáis asesorando actualmente? ¿Qué cambios importantes se han producido en los últimos 10 años?

Aunque el groso de atención es para hostería y comercio que son lo más demandados, el sector servicios de profesionales y la creación de apps están siendo cada vez más demandada. Aspecto importante a destacar es que en 2020 casi el 18% de los proyectos eran de emprendimiento social, factor diferencial que desde el programa se incentiva y que cada vez es más creciente.

¿Cuáles han sido las dificultades que se han encontrado los emprendedores durante la crisis sanitaria? ¿Han influido en el abandono de procesos ya comenzados?

La situación sanitaria ha influido inevitablemente tanto en los negocios que estaban en proceso de puesta en marcha como los que ya estaban en activo. Después de la asimilación de la situación, muchos emprendedores no entendían las medidas impuestas por el Gobierno o que pasos podrían dar a partir de ese momento, por lo que hubo que prestar atención en la ayuda a los emprendedores dando varias charlas donde explicábamos las medidas tanto precovid como postcovid. Algunos negocios no esenciales o que estaban en puertas de creación tuvieron que cerrar o incluso no llegaron a abrir, pero en contrapartida hubo emprendedores que lo que hicieron fue reinventarse, dar un giro a su negocio y buscar la oportunidad y dejar atrás la dificultad, de ahí que el número de negocios creados el año pasado fuera menor, pero no en mucha medida con años anteriores.

Desde la crisis sanitaria ¿habéis notado cambios en el perfil de los emprendedores, el tipo de negocio, la incorporación de tecnología…?

La crisis sanitaria hace que afluyan las diferencias digitales según el colectivo y formación de la población. Debido a la necesidad de hacer un cambio de rumbo y ofrecerle los servicios semipresencial durante esta situación que estamos viviendo, hemos detectado la dificultad de muchas personas a utilizar las nuevas tecnologías de la información como herramienta, por lo que en este caso en las formaciones realizadas el perfil de la participación eran personas con un nivel básico de informática, aspecto que de forma presencial puede ser suplido de otra manera.

¿Cuál es el volumen de emprendedores atendidos al año? ¿De todos los emprendedores atendidos ¿Cuántos se concretan en la puesta en marcha de una empresa y qué porcentaje de empresas terminan sin actividad?

A lo largo del año una media de 600 personas ha solicitado información, y cerca de 400 personas han accedido a los servicios de emprendimiento. De éstos, en 2020 el 71% pasaron por un proceso de itinerario personalizado de atención y de estos el 13% lograron la puesta en marcha de su proyecto empresarial. No todos los emprendedores crean su negocio en el momento que comienzan, ya sea porque inician a final de año, porque lo compaginan mientras trabajan, por cuestiones financieras, etc, es por ello que muchos de los proyectos empresariales que se empiezan a estudiar en un año se consolidan a los años siguientes o sucesivos en algunos casos. Además, derivado de la situación de la COVID-19, los servicios se han concentrado en el apoyo de empresas existentes, atendiendo a más de 130 empresas creadas.

¿Una vez puesto en marcha el negocio ¿Cuáles suelen ser los principales dificultades que se encuentran? Desde el programa hacéis un seguimiento posterior?

Nuestro asesoramiento es antes, durante y después, por lo que una vez puesto el negocio seguimos atendiéndolos en aquellas dificultades que se les planean. Esto es lo que denominamos gerencias asistidas, las cuales se hacen a través de varias vías: visita in situ al negocio, por correo electrónico o telefónicamente. En este sentido estos últimos años, con la ayuda de voluntarios hemos realizamos un seguimiento telefónico de las empresas constituidas para ver cómo va el negocio y detectar necesidades en el caso de que las hubiera. Las principales dificultades con las que se encuentran en el primer año de vida suelen ser para la consolidación del negocio, una de las más destacadas es como hacer bien un plan de marketing que funcione y que capte clientes y fidelizarlos.

¿Consideras que sois un importante apoyo ante las inseguridades de los emprendedores? Dentro del programa se les ofrece recursos de gestión o apoyo emocional?

Es importante apoyarles en este proceso, ya que emprender implica riesgo pero este puede minimizarse estudiando previamente la idea de negocio y analizando todas las cuestiones técnicas, económicas y financieras. Este proceso puede ser muy dificultoso si hacen ellos solos, aunque no es imposible si cuentan con las herramientas para hacerlo, aunque estas normalmente no las tienen.

Además de esto impartimos competencias emprendedoras como pueden ser la búsqueda de oportunidades, persistencia, liderazgo…es fundamental que un emprendedor las tenga o las aprenda porque eso le ayudará no solo a llevar bien el negocio sino que serán soportes de mejora para su empleabilidad en cualquier ámbito laboral.

¿Qué consejo darías a aquellos que están pensando en emprender o tienen una idea de negocio?

Es fundamental estudiar la idea de negocio previamente, saber si es viable técnica y económicamente, ya que es importante emprender pero minimizando riesgos. Ilusionarse con su idea de negocio pero no idealizarla, es necesario hacer previamente un test de mercado del producto o servicio para ver si hay nicho de mercado, condición indispensable para la puesta en marcha. Y por último, si van a emprender que sea en algo que les guste, les apasione, en lo que tengan o no experiencia, en aquello que siempre han querido hacer, que sea su proyecto de vida, ya que la dedicación va a ser plena, por lo memos de inicio, y eso con lleva una serie de sacrificios que se reflejarán en la parte personal.

¿Tomillo ofrece algún tipo de servicio diferencial que le posicione respecto a otras entidades que también ofrecen asesoramiento al emprendedor

Nuestro asesoramiento es personalizado, nos adaptamos a la persona, que para nosotros es lo fundamental, es el centro de nuestro eje de atención. Por ello siempre tenemos en cuenta no solo las cuestiones profesionales sino también personales, porque muchas personas parten de situaciones complicadas de inicio que hay que apoyar para ir resolviéndolas. Además, nuestros servicios abarcan todo el proceso anterior, el durante y posterior, por lo que podemos ayudarles en cualquier punto en el que estén. Gracias a las redes de colaboración y financiadores, así como las más de 100 personas expertas voluntarias que nos apoyan, podemos adaptarnos rápidamente a las necesidades de nuestras participantes y potenciar la ayuda.

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